Oliveros-Rosario , no fue una travesia mas,
Madrugamos, nuestro medio de transporte contratado llegó puntualmente a las 5.45hs, al C.N.S.A. donde lo esperaba Mario y Eresto,los demás a la misma hora nos encontramos en la Terminal de Omnibus para emprender el viaje hacia Oliveros donde nos encontramos con los kayaks.El día era maravilloso, había un sol radiante y ninguna nube en el cielo lo que predecía una tremenda y calurosa jornada.
El pronóstico incluía para el finde bueno y soleado, algunas lluvias y chaparrones y un poco de viento que no nos impidió seguir con nuestro planes rumbo a Oliveros. Las cartas estaban tiradas y el Universo conspiró para que nos toque el mejor clima.
Llegamos y comenzamos la ardua tarea de llevar los botes más todo el equipo a la bajada más cercana distante a unos 300 metros de la barranca. El Carcarañá venia tranquilo . Así que al llegar pudimos comprobar que el barro cubría las zonas bajas. Ordenamos todo y tocamos agua a las 9.30 hs.
El paisaje era muy variable, de pronto uno tenía de una margen del río un lugar bonito para parar bajo un enorme sauce, de pronto esta frente a un murallón de más de 15 metros de alto o pasa por debajo de una galería formada por las raíces al descubierto de algún longevo eucalipto. Se pueden observar en sus barrancas unas formaciones cavernosas que sobresalen formando verdaderas trampas para quién se aventura a nadar, ya que cuando esta cubierto de agua no se ve el peligro. También pudimos notar enormes eucaliptos caídos y zonas bajas donde hay pequeñas correderas que hacen el remos más entretenido.
Seguimos camino y pasamos el primer puente, el de Oliveros, a los costados, los árboles con enredaderas prácticamente cubriéndolos y adornados con las bollas de colores de los mojarreros que su dueños nunca pudieron desenredar. El calor nos acompañaba y con nos dejamos llevar con su corriente , camaloteando unidos , dabamos vueltas de 360° , dejándonos divisar todo ese hermoso e inigualable paisaje, mates por medio desde los botes.
Llegamos al segundo puente, el de Maciel, pasamos por Carcaraes, complejo de cabañas, hotel de campo, parrillas, un casa en un árbol y hasta una tirolesa cruzando el río!
Sabíamos que solo faltaban unas vueltas y llegábamos a la desembocadura del Carcarañá en el Río Coronda. El paisaje iba cambiando, empezaron a descender las barracas, la corriente era cada vez menor. Una notable detalle de este río es que está repleto de Eucaliptos obviamente plantados y traídos de otro continente. En sus altitudes se notaban centenares de nidos de loros con los chillidos de sus verdes habitantes.
Divisamos la salida que estaba enmarcada con unas grúas enormes, algunas guarderías de lanchas y al final a la izquierda el Camping de Puerto Gaboto.
El cruce del río Coronda fue rápido, tenía bastante corriente. Frente a la otra costa divisamos una playita y decidimos descansar un rato antes de emprender la búsqueda de algún lugar para almorzar. El sol nos dio una tregua y se escondió por unos minutos detrás de unas nubes que aparecieron. Comimos unos sandwichitos y tomamos agua.
Continuamos en busca de Los Meones y encontramos el lugar para acampar , los muchachos buscaban leña ,mientras armabamos las carpas, ya que en poco tiempo el sol bajaría y no se vería nada, más que las estrellas (no había luna). Con todo el campamento . Fue hora entonces de armar la cena: el magnifico asadito con vinitos para brindar por esta gloriosa epopeya.
Día 2
Los primeros en levantarse armaron un fuego, un poquito fresca la mañana. Desayunamos, fuimos a sacar unas fotos y despacio y tranquilos comenzamos a ordenar el campamento.
Desembocamos frente al Paso Bella Vista, a los pocos metros estaba la entrada a la Boca del Bobo, de allí en adelante era como estar en casa de nuevo. Encaramos por el medio del canal para aprovechar la corriente y fuimos pasando uno a uno los barcos anclados esperando turno para la carga o descarga en el Puerto.
Llegamos así a Puerto General San Martín, luego San Lorenzo, El campo de la Gloria y ya se divisaba a lo lejos el Puente. Definimos que bajaríamos a descansar y a comer lo que quedaba a penas pasando Punta Armado. Luego emprendimos el camino hasta el Canal del Kayakista, donde pudimos divisar unos hermosos camalotes en sus tranquilas aguas.
Divisamos el Puente Rosario-Victoria, los que nos recordaba que estábamos cerca del camino al C.N.S.A. Así que siendo las 16:00 emprendimos el regreso luego de remar casi 90 km en dos días en los que hubo sol y un calor increíble, una tormenta que divisábamos al llegar, los mosquitos estuvieron fatales , por último cerramos con un maravilloso día de Travesía. Que mas podemos pedir? Nada! Absolutamente nada! .
GRACIAS UNIVERSO POR ESTE MARAVILLOS GRUPO DE KAYAKISTAS “LOS CAIMANES” DEL C.N.S.A. , POR NUESTRA COORDINADORA ANTONELLA Y POR ESTA TRAVESIA OLIVEROS-ROSARIO HECHA REALIDAD.
